Al hablar de la teoría de la innovación de la economía de racimos mejor conocida como Clusters, la Licenciada en Mercadotecnia, Giselle Arellano Ávila destacó que de acuerdo a Michael Porter, ésta se ha ocupado de la estructura de las industrias y de la localización de las empresas dentro de las mismas.

En este sentido, resaltó que ante un racimo de industria, “the agglomeration of industry”, las empresas comparten una relación mutua y los individuos, que forman parte de la misma, están interesados en compartir sus ideas con otros, e. intercambian experiencias y forman sinergias.

Pero, -Arellano Ávila dijo- que la clave del aumento de la competitividad y de los rendimientos es que las empresas de un racimo de industria, estén en constante sinergia e inmersas en un proceso de movimiento táctil y de creación de ideas, es decir, que se realice el trabajo conjunto entre las empresas con el fin de obtener mayor rendimiento, pero haciendo uso de la innovación y buscando en todo momento la interacción con los ecosistemas de innovación.

En este punto resaltó Giselle Arellano Ávila que Porter sugiere  la elaboración de un mapa de las regiones hipercompletas que abarca el 90 por ciento del mercado global, en el que se producirán la mayoría de los futuros beneficios económicos.

Es este renglón, Arellano Ávila agregó  que en estas regiones, en las que se produce la mayor parte de los ingresos económicos, son las que Porter ha titulado como, “Clusters”, que no es otra cosa que los racimos de industrias de gran tamaño y poderosos, se componen de grupos de empresas interconectadas y que forman un microcosmos, centrado en las intersecciones de estas empresas en las cuales, existe una serie de instituciones económicas, financieras, tecnológicas, de formación y otros proveedores de servicios e infraestructura.

De la mismo forma, subrayó la Licenciada en Mercadotecnia, estos racimos de industria fomentan la competencia, lo que incrementa la eficiencia empresarial y hace que las empresas innoven más, generando así el cambio económico, por ello las regiones con la mayor densidad de racimos de industria, logran crear empresas más dinámicas y por tanto con  más éxito a largo plazo.

De manera que, Giselle Arellano Ávila concluyó señalando que  las regiones de racimos de industria duraderos y dinámicos permiten que las empresas tengan éxito siempre y cuando éstas tengan una estructura, un racimo de industria local, que este en intersección con otras regiones , que tenga una historia y que esté en constante movimiento pues éstas son características que permiten que las empresas se beneficien del talento y de la creatividad de los otros miembros del racimo, lo que a su vez fomenta la innovación y hace que las empresas sean más competitivas y fomenten el crecimiento económico