*Reconocimiento al Teatro Macedonio Alcalá, llamada de atención para cuidar patrimonio del Centro Histórico de Oaxaca: Esteban San Juan Maldonado

*Los sismos no han acabado con el teatro, los que hemos acabado con el Alcalá somos los ciudadanos por el abandono y descuido

Salvador Flores Durán

Oaxaca.- El Director del Teatro Macedonio Alcalá, Esteban San Juan Maldonado, señaló que el reconocimiento especial que recibirá el coloso como recinto emblemático por las Lunas del Auditorio, es una llamada de atención a todos los oaxaqueños para cuidar el patrimonio arquitectónico del Centro Histórico, luego de los graves daños que ha sufrido el inmueble histórico, de 107 años, principalmente por los conflictos políticos.

El espléndido edificio que se ubica en la esquina de Independencia y 5 de Mayo del Centro Histórico de Oaxaca, “es el símbolo, el ícono de una ciudad que ha sobrevivido y sufrido los embates de muchas manifestaciones y problemas sociales”.

Recordó que el Teatro Macedonio Alcalá tuvo una “cirugía mayor” hace 12 años, y que “los sismos no han acabado con el teatro, los que hemos acabado con él somos los ciudadanos, por el abandono y descuido”.

En entrevista, San Juan Maldonado dijo que el reconocimiento no es solamente para el teatro, sino para los oaxaqueños, “el Alcalá ha cumplido su tarea después de la última intervención, que fue una cirugía mayor, hace doce años y que tuvimos la oportunidad de restaurarlo. Ya quedamos como inventariados en este recinto con una responsabilidad compartida”.

Para Oaxaca es un privilegio este galardón, señaló, porque “nos responsabilizada para entrar a las grandes ligas. Después del reconocimiento va a estar en festivales internacionales, en comunicación con diferentes teatros del Centenario y de Latinoamérica, al ser etiquetado como uno de los mejores teatros del país y del continente”.

Dijo que ahora “nos toca ponernos las pilas y echarle para adelante, aún con los recortes presupuestales, tenemos que buscar un modelo de gestión en el que también el gobierno del estado, el municipal y federal, nos incentiven y a las empresas que ayuden a este recinto”.

Consideró que los oaxaqueños debemos presumir este recinto porque muchos, incluso los citadinos, no lo conocen, “no conocen su historia, no saben que es un teatro de 107 años, no saben lo construyó el ingeniero Lorenzo Franco Larrainzar, no saben que es un teatro emblemático del Porfiriato, con una arquitectura ecléctica y cuya estructura vino desde la Fundidora de Monterrey. Los sismos no han acabado con el teatro, los que hemos acabado con él somos los ciudadanos por el abandono y el descuido”.

El Macedonio Alcalá, dijo, debe ser cuidado y debemos “seguirlo queriendo como lo que ha significado: un recinto que devuelve la vida a la ciudad, nuestra identidad. Cuando hablamos del Alcalá hablamos de Oaxaca”.

Dijo que a pesar de las muchas manifestaciones y problemas sociales, la actividad del teatro no ha parado y ha respondido con un modelo de gestión, “ante cualquier impedimento, ante cualquier oposición, el teatro siempre está de puertas abiertas”.

Explicó que a lo largo de la historia tuvo tres intervenciones menores que inclusive “no fueron afortunadas, porque no se basaron en toda la historia y las características originales de la traza. Tuvo muchas adaptaciones, nosotros tuvimos que desvestir todo el teatro para saber su arquitectura original y respetarla”.

Recordó que en las anteriores intervenciones no sabían que en el vestíbulo existían pinturas murales de 1909, “toda esa tarea fue de cirugía mayor en el sexenio del gobernador José Murat. Fue un acierto porque se ha tenido la oportunidad de devolver al teatro su arquitectura original y ahora los nuevos gobernantes deben estar comprometidos en darle seguimiento, desde esta plataforma, para toda la proyección internacional de actividades culturales”.

Dijo que en el teatro ha habido presentaciones de alto nivel, desde literarias, conferencias con personajes como Carlos Monsiváis, José Emilio Pacheco, hasta grandes conciertos con la Orquesta Filarmónica de las Américas con Alondra de la Parra como directora.

“Hemos tenido de todo, creo que es obligatorio hacer la reedición del libro del Centenario del Teatro, que debe estar en manos de todos los oaxaqueños, porque representa todo lo que es la vida de Oaxaca”, recalcó.

La intervención que encabezó en el foro contemplo de pura cimentación de la mecánica teatral unas 140 toneladas de concreto y el colado casi duró día y medio, además de 130 toneladas de acero en la tramoya y la mecánica del emparrillado, “cosas que no se ven, pero los oaxaqueños deben saber que tenemos un gran teatro, con todas las rigurosas especificaciones para presentar cualquier evento internacional”.

La supervisión de la intervención, dijo, estuvo a cargo del área de arquitectura de Bellas Artes, con la arquitecta Sara Topelson, presidenta de la Organización Mundial de Arquitectos, y que para ello se realizó una investigación en diferentes teatros en América Latina y Europa, “no fue fácil, no soy experto en teatro y me tuve que volver experto, y me siento orgulloso. Se ha cumplido con la tarea, lo dicen los registros”.

San Juan Maldonado lleva 12 años al frente del Macedonio Alcalá desde esa intervención y reconoció que los logros se deben a los técnicos y personal administrativo que le han puesto todas las ganas, “pasión y locura por el patrimonio” de los oaxaqueños.

Dijo que los oaxaqueños tenemos muchos edificios emblemáticos y lo que se hizo con al Alcalá se puede hacer con otros edificios que “no hablan, debemos hablar por ellos. Si los edificios se rehabilitan, el ser humano se tiene que rehabilitar con un cambio de actitudes, no con hacer caprichos”.

Advirtió que Oaxaca está en la lupa de la Unesco, “por los desaciertos, hay que echarle para adelante”.

Recalcó que hay muchos edificios que han sufrido graves daños porque “es la picota, el abandono del ser humano, ni siquiera es por los sismos, la verdad. Si dejamos que a los edificios del Centro Histórico les crezca la hierba y que truena los muros de adobe”.

Dijo que el descuido empieza por las azoteas, “el Oaxaca de principios de siglo había jardineras en todas las azoteas, ahora hay miles de tinacos y tanques estacionarios, es un Oaxaca que no lo vemos pero es un Oaxaca triste”.

Advirtió que antes de que “nos colapsemos como ciudad patrimonio hay que tener un plan, un proyecto integral, de movilidad, de respeto al ciudadano, de medio ambiente, de integración. El Centro Histórico no es el casco viejo, es toda la periferia. Significa la conexión con Monte Albán y hemos descuidado mucho nuestro entorno”.

Dijo que el Centro Histórico requiere un proyecto de ordenamiento integral planeado a 50 años junto con los Valles Centrales, con la intervención de urbanistas y los muchos expertos que hay en Oaxaca, “ya nos dieron el premio, ahora es una responsabilidad, porque al rato la Unesco nos puede hacer observaciones fuertes”.

¿Qué hacer con las agresiones de los conflictos sociales?

-Hay que educar a través de los profesores, y a los profesores a través de las autoridades federales. Si un profesor no está educado ¿qué le puede transmitir a los niños? ¿cuántos profesores han venido al teatro? Debemos poner en los libros de texto el Teatro y los edificios emblemáticos de nuestra ciudad. Hay que educar, no hay de otra.

Dijo que los problemas sociales son muy fuerte en Oaxaca y en el país, entre ellos la educación y la corrupción pero si podemos sobrellevar eso “podemos cambiar Oaxaca y este premio es como un cuchillo de palo que nos dice “ahí está, para que veas que Oaxaca sí vale, cuídalo”. Este es el mensaje también para todo el magisterio. Las puertas están abiertas para los niños de Oaxaca”.

Recordó que la última agresión fue cuando quemaron llantas en la esquina de Armenta y López e Independencia “fue terrible. Después del 2006 fue la agresión más fuerte. No saben el daño que hacen al quemar llantas en la calle. Todo el hollín queda hasta ahorita y se metió todo el polvo al teatro y aparte de eso, los roedores se metieron”.

Dijo que el teatro se tiene que fumigar y eso representa cerrar las puertas “porque si se muere un roedor en el entarimado de la sala principal ¿cómo la sacas?”.

Los maestros, dijo, no miden las consecuencias de sus actos de protesta, “ellos están en su plantón pero tienen a un lado algo que es herencia de sus hijos y no se dan cuenta. Quebraron bombillas y arbotantes, se colgaron de las bombillas, les rogaba que las dejaran libres, tuve que cerrar un acceso”.

San Juan Maldonado indicó que hay otras formas de protestar, “se pueden hacer hasta con trabajo, por eso las puertas del teatro no se han cerrado con o sin manifestaciones hemos trabajado”.

Entrevista a Esteban San Juan Maldonado Director del Teatro Macedonio Alcalá, por el premio de Las Lunas del auditorio al teatro emblemático de Oaxaca: