Patricia Aridjis retrata la gordofobia, la opresión y el rechazo social que sufren las mujeres en México

Salvador Flores Durán

Oaxaca de Juárez, Oax. 26 de marzo de 2024.- La fotógrafa expone en el Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo la muestra “Mujeres de peso”, en la que retrata los cuerpos desnudos de mujeres diversas de todo el país que sufren discriminación, opresión y rechazo social por su sobrepeso.

Aridjis pone de manifiesto un fenómeno social en el que la mirada se erige en juez de la belleza y la fealdad con parámetros impuestos por la industria de la moda y los medios de comunicación, y con ello busca reflexionar sobre el peso cultural que cae sobre las mujeres al culparlas por su gordura. Por ello propone el respeto al cuerpo de los demás.

La exposición de Aridjis está abierta desde el 9 de marzo pasado y permanecerá hasta el 5 de mayo. Esto fue lo que nos platicó la fotógrafa en entrevista con Crónica de Oaxaca:

-Patricia es muy importante esta serie de fotografías donde retratas la opresión de la sociedad sobre las mujeres gordas. ¿Qué fue lo que te motivó para empezar a trabajar esta mirada de las mexicanas?

-Creo que es un tema que nos atañe a todas las mujeres y pues bueno, por supuesto a mí. Este asunto de la imposición social sobre el cuerpo, que solamente es considerado bello cierto tipo de figura femenina. Entonces sí, me di a la tarea de buscar a mujeres que rompían con este estereotipo de belleza, con estos esquemas impuestos por la sociedad y bueno, lo hice como en varias vertientes. Primero, pues lo abordé a manera de una fotografía documental clásica, pero luego pues pensé que, si estaba hablando el cuerpo, sí tendría que ser fotografía de desnudo. Entonces me dio la tarea de pues buscar chicas que aceptaran y que compartieran conmigo sus experiencias en relación a la percepción que ellas tienen de sí mismas, del cuerpo, con sus parejas, cómo viven su sexualidad, su vida laboral, su vida familiar y fue la verdad algo muy muy interesante y pues me compartieron un montón de experiencias. Algunas, pues donde se veían claramente una agresión o una violencia de género a veces como muy directa y a veces sutil en relación al cuerpo, porque consideramos bello solamente la figura delgada. Hay como esta “necesidad” de opinar de los cuerpos de los otros de juzgarlos, entonces fue para mí muy enriquecedor, lo abordé también de esta manera.

 

También me salía a la calle a hacer retratos que no había experimentado en mi proceso creativo que son retratos muy efímeros, porque bueno, el encuentro es efímero porque él les preguntaba sobre su todo esto, sobre la percepción que tiene de sí mismas del cuerpo y alguna experiencia desagradable que hubieran vivido y como había sido su proceso de aceptación y después les tomaba una fotografía y eso lo conforma un vídeo que está también que es parte de la exposición.

– Patricia esta es una mirada muy importante porque millones de mujeres tienen sobrepeso en el país, es una pandemia de salud también.

-Sí. Yo mi enfoque no es para nada en relación a la salud, es un tema social porque justamente por esta justificación de que las mujeres gordas están enfermas o tienen problemas de salud es que nos sentimos con el derecho de juzgar y opina y creo que no va por ahí. Creo que no necesariamente un cuerpo gordo está enfermo y no necesariamente un cuerpo delgado es sano. Va más allá entonces. Ahí está como la necesidad de la gente de opinar del cuerpo del otro, de la otra este y hacer comentarios a veces que consideramos en buena ley por la salud del otro, cuando yo creo que cada quien se debería preocupar por su propia salud y por su propia figura, ¿no? Entonces creo que es un tema social, que nos toca a todas las mujeres. Hay como esta mirada muy masculina de que solo el cuerpo delgado es bello y en ese sentido también una gordofobia que entonces todas las mujeres estamos siempre aspirando a tener cuerpos que no tiene que ver con nuestra edad o con nuestra complexión por esta imposición social.

Como si solamente los cuerpos delgados son bellos y los cuerpos gordos entran como en una categoría de lo olvidado, de lo no atractivo, de lo que incluso causa a veces repulsión.

-¿Qué tiempo te llevó este trabajo y empatizar con las personas que aparecen de las fotografías en el video?

-Fueron siete años en diferentes vertientes del tema como te decía. Del documental clásico, luego también hice desnudos con el rostro cubierto, porque algunas me pidieron que no querían que saliera su rostro, pero entonces en lugar de verlo como una limitante lo vi como una constante que podría ser llevarnos a la reflexión, porque también el cuerpo te da identidad. Entonces si el rostro está cubierto y el cuerpo no.

Ningún cuerpo es igual, tienen sus características identitarias. Entonces creo que para mí fue importante también, fue todo un reto de fotografiarlas desnudas con el rostro cubierto y luego me di a la tarea de fotografíalas en situaciones así, relajadas en sofás, emulando un poco como las pinturas clásicas.

Nuestros parámetros de belleza están regidos por quienes también nos rigen de otra manera, tenemos como esta concepción de que hay una belleza en cierto tipo de piel, cierto tipo de ojos.

Se trata de lograr una auto aceptación y tratar de romper con estos esquemas que nos dañan y pedir respeto por nuestro cuerpo, tenemos que respetar el cuerpo ajeno.

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