La corriente “ultra radical” de la S22, la UTE, vendió el movimiento, acusan maestros

Salvador Flores Durán
Oaxaca.- Maestros de la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, acusaron que los dirigentes de la Unión de Trabajadores de la Educación-Frente Popular Revolucionario (UTE-FPR), la más fuerte y calificada como “ultra radical” dentro del organismo sindical, vendieron el “movimiento” magisterial e impusieron el regreso a clases, “Gobernación no va a instalar una mesa de diálogo. Nos levantamos y no nos llevamos nada, no ganamos nada”, señalaron.
Los maestros consultados, temerosos de las represalias de la UTE, que es considerada como de extrema izquierda dentro del movimiento magisterial, pidieron no revelar sus nombres, “nuevamente vendieron el movimiento, por eso les aplicaron el principio rector número 20, pero el movimiento no ganó nada después de todo nos levantamos y la chingada. Gobernación no va a negociar”, señalaron.
Entre los acuerdos de la Asamblea estatal de la Sección 22 en la que acordaron regresar a clases y dejar solamente una plantón representativo en la Ciudad de México y en el Centro Histórico de Oaxaca, señalan también que se les aplica el principio Rector número 20 los maestros Onelma Solorza Guzmán.
Solorza Guzmán del sector Istmo, ha sido acusada desde hace varios años por la venta de plazas, venta de cambios de adscripción, y el tráfico de horas-clase, entre otros actos de corrupción,
La Asamblea Estatal también acordó aplicar del principio rector 20 al profesor Rogelio Vargas Garfias, líder de la UTE, y al exdirigente de la Sección 22, Luis Fernando Canseco Girón, por “traición” al “movimiento” magisterial, luego de que desde hace tres meses ordenaron a maestros afines iniciar clases y abrir las escuelas, cuando continuaban las negociaciones con la Segob.
Vargas Garfias incluso declaró públicamente que la S22 debería valorar el regreso a clases y levantar el plantón, cuando precisamente cuando la UTE se había destacado por su beligerancia dentro del organismo sindical.
Incluso, el año pasado, la UTE-FPR, fue la principal acusadora de los dirigentes Rubén Núñez Ginez y 13 integrantes de la Comisión Política que fueron destituidos acusados de “enriquecimiento ostentoso y desatención de sus cargos”, enriquecerse ilícitamente con el movimiento magisterial.
La UTE acusaba entonces que “las bases no podemos respaldar a nadie que se haya enriquecido a costa del movimiento. Se enriquecieron aquellos miembros de la Comisión Política que después de las negociaciones abiertas se quedaban a solas con los funcionarios federales y estatales”, y preguntaban “¿Qué se quedaban a negociar posteriormente?”.
Desde ese año, los radicales de la Sección 22 acusaban la pérdida de respaldo de la Sección 22, ya que de los 81 mil afiliados, apenas participaban 30 mil profesores en las movilizaciones y “más de 50 mil se niegan a acudir a las convocatorias realizadas”.
La UTE-FPR también acusó a la dirigencia de permitir que el gobierno les quitara el control del IEEPO y pedían que deberían elegirse para renovar la dirigencia a maestros “que mantengan vigente la lucha por la abrogación de la falsa reforma educativa, sus tres leyes secundarias y el “decreto militar fascista del nuevo IEEPO”.
La decisión de iniciar el ciclo escolar y la aplicación del principio rector 20 a los dirigentes de la UTE se inscriben en el contexto de la renovación de la dirigencia sindical encabezado por Rubén Núñez Ginez y Francisco Villalobos, ambos libres bajo fianza después de ser detenidos por el gobierno federal. La dirigencia debe ser renovada en octubre próximo.

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