Fuerzas e intereses económicos externos detrás de disputa entre judíos y palestinos: Pineda Osnaya

*Estados Unidos apuesta a la beligerancia como elemento para fortalecer su economía: académico de la UAM

*Aunque se trata de una guerra ancestral la escalada reciente podría llevar a una masacre sobre Palestina

Ana María Lozada Xochicale

El mundo no puede permanecer indiferente o aprobar la escalada de violencia sin precedente perpetrada por Hamás contra población civil en Israel el pasado 7 de octubre, afirmó el doctor José Armando Pineda Osnaya, académico de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

En entrevista concedida a UAM Radio 94.1 FM, señaló que el evento “no puede leerse como un pleito entre judíos y palestinos, ya que hay otras fuerzas e intereses económicos detrás”.

Si bien se trata de una guerra ancestral, “lo que me espanta es el discurso de ‘vamos a matar a todos’, un odio como el que fomentó Hitler contra una población, además que perpetrar ese ataque artero parece un suicidio para la organización política y paramilitar Hamás”.

El coordinador del Posgrado en Relaciones Internacionales de la Unidad Xochimilco, sostuvo en el programa Voces de la UAM que esta situación desencadenará en una masacre sobre Palestina, pues cuando los israelíes entren por tierra arrasarán “con todo lo que se les atraviese”.

Pineda Osnaya recordó que el siglo pasado “fueron los nazis los que llevaron la ofensiva y no los alemanes, e igual ahora hay población de ambos lados que no quiere la conflagración”.

El gran problema recrudeció a finales de la Segunda Guerra Mundial cuando Inglaterra y Estados Unidos, sin consultar y de una manera “mañosa”, concedieron parte de territorio palestino a Israel para población judía.

Con el Plan Marshall en 1947, Estados Unidos ofreció asistencia técnica y administrativa a los países europeos, así como 13 mil millones de dólares para reactivar la economía de 16 naciones devastadas por el conflicto bélico, de los cuales a Alemania le tocaron más de mil millones, “lo que era nada comparado con su destrucción de ciudades y carreteras”.

Lo que buscaba el Plan “era hacer una especie de soborno para que la Organización de las Naciones Unidas autorizara la fundación de Israel e impuso prácticamente la división y desde entonces ha habido pugnas en los dos bandos, tanto de Palestina que se ha quejado y de Israel que ha hecho de las suyas, masacrado gente por ambos frentes”, enfatizó el investigador del Departamento de Producción Económica.

La Franja de Gaza es una región pequeña de la que una gran parte de sus habitantes trabaja en Israel y éste los ocupa porque es “mano de obra barata”.

La prensa ha informado en fechas recientes que Irán proporcionó las armas y desde hace tiempo estaba organizando la acción bélica y ha referido también que hace unas semanas Estados Unidos estuvo a punto de suspender labores administrativas en Israel debido a limitaciones presupuestales, que llevaron a una confrontación entre republicanos y demócratas para subir el techo de la deuda, y ahora “el presidente Joe Biden ofrece apoyo total para defenderse”.

Entonces, “vemos un país que está rodeado por guerra desde que fue fundado a finales de los años 40 del siglo pasado, que tiene apoyo de la Unión Europea y de Estados Unidos y cuya forma de defenderse o decir esto es lo que está pasando es siempre aparentar ser las víctimas de una situación en la que ellos llegaron y donde despojaron a los habitantes originales”.

Pineda Osnaya subrayó que es extraño ligar nada más a Palestina e Israel porque hay otras fuerzas involucradas en este conflicto como Estados Unidos, que le sigue apostando a la beligerancia como elemento para fomentar su economía y la producción de armas y de acero”. Por tanto, “es terrible que continúe ese enfoque de los faraones de levantar su economía conquistando territorios”.

Aunque sería “extremo hablar de una tercera guerra mundial, lo cierto es que estos confrontamientos locales parecieran tener como consigna continuar con acciones de erigir grupos terroristas como Hamás, como una alternativa a la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), grupo nacionalista ideológicamente que involucra a Líbano, Siria y a otros estados islámicos para mantener el conflicto mucho más tiempo”.

El economista criticó que más allá del conflicto la ciencia económica no tiene propuestas para levantar el crecimiento sin la presencia de Estados Unidos en estas ofensivas.

En México, por ejemplo, “estamos tan mal de propuestas económicas que no podemos hacer frente a la delincuencia organizada que ya tiene tres sexenios. No existen planteamientos para avanzar y dar empleo con miras a rebasar la situación predominante”, puntualizó el especialista al conductor de la emisión, Carlos Urbano Gámiz.

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