Entregan los Premios INAH 2023, el galardón más importante de nuestro país en investigación antropológica e histórica

Se otorgaron 31 premios y 30 menciones honoríficas en 8 categorías, en el Auditorio Jaime Torres Bodet del Museo Nacional de Antropología

·       El director general del INAH, Diego Prieto Hernández, señaló que el reconocimiento implica un compromiso y deber con la sociedad mexicana

Los mejores trabajos de investigación y tesis de licenciatura, maestría y doctorado, vinculados a la investigación científica en las disciplinas antropológicas e históricas y todo aquello que tiene que ver con las tareas que competen al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), al respecto de la investigación, conservación y difusión del patrimonio cultural, fueron reconocidos esta tarde con la entrega de los Premios INAH 2023.

 

Durante la ceremonia que tuvo lugar en el Auditorio Jaime Torres Bodet del Museo Nacional de Antropología (MNA), se otorgaron 31 premios y 30 menciones honoríficas en las 8 categorías que integran el certamen, mismo que es impulsado por la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, a través de la Secretaría Técnica del INAH, y para la XXXVIII edición contó con la recepción de 237 trabajos.

 

En su mensaje a los ganadores, el director general del INAH, Diego Prieto Hernández, señaló que, en nuestro país, este galardón constituye el más importante en investigación antropológica e histórica, pero implica también, para los ganadores, un compromiso y deber con la sociedad mexicana.

“Festejar la excelencia en la investigación y el desarrollo de trabajos de conservación, restauración y museografía es y será siempre una forma de incentivarlos y dar pauta a su difusión, además de impulsar su continuidad, contribuir al surgimiento de nuevos investigadores y reconocer a las instituciones donde se han formado o donde desarrollan su labor”, abrevó.

Mencionó que, como cada año, la diversidad temática de las obras, refleja que para el INAH nada de lo humano le es ajeno. En cuanto a las áreas, la que tuvo mayor recepción de trabajos fue Historia y Etnohistoria, 31 %; Etnología y Antropología Social, 25%; Lingüística, 10 %; y Arqueología, 9 %; “quiero agradecer a la Secretaría Técnica del INAH por la organización de este evento y espero que el premio sea para muchos el inicio de una larga trayectoria, y para otros, el refrendo de una vida profesional”, concluyó.

Por su parte, el secretario técnico del INAH, José Luis Perea González, enfatizó que los premios INAH enaltecen la generosidad científica y cultural del instituto y son punto de referencia y de estímulo para la investigación de las diversas disciplinas de la antropología, la conservación y divulgación del patrimonio cultural. Este reconocimiento, precisó, ha pasado a ser el máximo galardón curricular otorgado a dignos representantes del talento nacional.

 

“Quiero subrayar que, de los 61 ganadores, 38 son del género femenino y 23 hombres. Los premios INAH cada vez más están incentivando la comunicación entre nuestros centros académicos y de investigación, así como de estos con otros institutos y universidades nacionales y extranjeras”, dijo.

 

Asimismo, el director del MNA, Antonio Saborit García Peña, en representación de los jurados del premio, precisó que los 148 jurados que emitieron su fallo para designar a los ganadores, provienen de 35 instituciones académicas nacionales, y de los 237 trabajos calificados, 134 fueron escritos por mujeres y 103 por hombres.

 

“Hoy se reconocen las cualidades académicas de un conjunto de trabajos animados por la obligación de crecerse ante las adversidades y que a la postre lograron construir una obra sólida, equilibrada, significativa y única, tanto en sus revelaciones como en sus desafíos a la tradición. Quiero agradecer a quienes nos permitieron fungir como jurado en este ejercicio de madurez académica que implican los Premios INAH”, acotó.

Enseguida, Ariana Mendoza Fragoso, a nombre de los premiados, agradeció a todos los informantes comunitarios, quienes, en muchos casos, fueron la base para la realización de los trabajos, al INAH y al jurado de los premios por hacer de esta edición, una muestra contundente de la versatilidad de la importancia de la antropología e historia.

 

La ganadora del premio Fray Bernardino de Sahagún habló de su experiencia de campo para el armado de su tesis y convocó a los ganadores a pensar este premio como un don, un regalo e intercambio que, más allá de lo material, es importante porque crea un vínculo social y obliga a permanecer en él a quien lo recibe.

 

Como acto final, se procedió a entregar los premios Alfonso Caso, categoría de Arqueología; Javier Romero Molina, Antropología Física; Fray Bernardino de Sahagún, Etnología y Antropología Social; Francisco Javier Clavijero, Historia y Etnohistoria; Wigberto Jiménez Moreno, Lingüística; Francisco de la Maza, Restauración y Conservación del Patrimonio Arquitectónico y Urbanístico; Paul Coremans, Conservación de Bienes Muebles; y Miguel Covarrubias, Museografía e Investigación de Museos.

 

 

Con el objetivo de reconocer los mejores trabajos de investigación y tesis de licenciatura, maestría y doctorado en las diversas áreas que competen el quehacer del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), organismo de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, se dieron a conocer los ganadores de los Premios INAH 2023, certamen anual que llega a su XXXVIII edición, y el cual contó con la recepción de 237 trabajos en 8 categorías; se otorgaron 31 premios y 30 menciones honoríficas.

El Premio Alfonso Caso, que distingue las mejores obras en Arqueología, fue para Steffany Martínez Gómez (mención honorífica en la categoría de tesis de maestría), por su trabajo “El templo del dios del viento”; asimismo, Aarón Ochoa Vidrio obtuvo el galardón por mejor tesis de licenciatura, cuya temática refiere al gobierno de Teotihuacan; y Benjamín Guarneros Brito, mención honorífica en licenciatura, por su tesis “El cuerpo maya como lienzo simbólico”.

 

El Premio Javier Romero Molina, enfocado a la Antropología Física, María de Lourdes Márquez Morfín y Ernesto González Licón (qepd) ganaron el premio al mejor trabajo de investigación, con un estudio sobre la población de Monte Albán; mientras que, en tesis de doctorado, se reconoció a Lilian Ivette García Maya, que analizó la dieta y nutrición en el antiguo Tlayacapan.

 

Además, este premio en la categoría de tesis de maestría fue para Rodrigo Carrasco Granados y Laura Corrales Blanco; en tanto que la mejor tesis de licenciatura fue para Jacqueline Castro Irineo, quien abordó la reutilización de los cráneos en el tzompantli de Tenochtitlan; y mención honorífica en esa categoría, para Paloma Constanza Huerta Chávez y Cynthia Alejandra Ramírez Palomino.

 

Por su parte, en Etnología y Antropología Social, el Premio Fray Bernardino de Sahagún tuvo como mención honorífica en la categoría de investigación, la obra: “Cappitalismo: la uberización del trabajo”, de Natalia Radetich Filinich, así como a Efrén Sandoval Hernández, quien se enfocó al comercio de chacharas y ropa usada en Texas y Monterrey.

 

Dicho galardón fue compartido en la categoría de tesis de doctorado por Ariana Mendoza Fragoso y Alejandro Rodríguez López, mientras que la mención honorífica fue para Andrea B. Vargas García, y para Magali del Valle Marega. En tesis de maestría, ganaron Gabriela Y. Gutiérrez Estrada y Nallely Torres Ayala; la mención honorífica fue para Ginni Noelia Ku Kinil y Marissa López Martínez.

 

Para la mejor tesis de licenciatura, también se compartió la distinción entre Diana Coronado Bernardino y Daniela Mondragón Benito; a su vez, obtuvieron mención honorífica María Fernanda Arellanes Arellanes, por su trabajo sobre migrantes chilenas y argentinas, y Geovani Valtierra Gil por su trabajo sobre el proceso de alumbramiento tradicional de la mujer amuzga de Guerrero.

 

El Premio Francisco Javier Clavijero, concedido a las mejores tesis en Historia y Etnohistoria, lo obtuvo como mejor investigación, Claudia Ceja Andrade; la mención honorífica fue para Octavio Spindola Zago.

 

La mejor tesis de doctorado fue para Nahui Ollin Vázquez Mendoza por su trabajo sobre la costa oaxaqueña, siglos XV-XVIII; las menciones honoríficas fueron para Silvia Marcela Cano Moreno y Antonio Franco de los Reyes. El premio compartido en tesis de maestría fue para Alfonso Adán Salas Ángeles y Ana Laura Zúñiga Loreto, mientras que la mención honorífica la obtuvo Shamed Yair Maciel Valle, por su trabajo sobre los carmelitas descalzos en la Nueva España, y Omar Tapia Aguilar, quien ahondó sobre los sacerdotes nahuas.

 

El premio para la mejor tesis de licenciatura se dio a Montserrat Mancisidor Ortega y Eduardo Adán Orozco Piñón, y la mención honorífica fue para Francisco Javier Cervantes Mendoza y Jocelyn Alessandra González Arredondo.

 

En la rama de Lingüística, el Premio Wigberto Jiménez Moreno, en la categoría de mejor tesis de doctorado fue para Rosnataly Avelino Sierra, que exploró dos comunidades bilingües (español-otomí); y mención honorífica para Faustino Montes Castañeda, por su estudio: “La adquisición prosódica y morfológica del verbo totonaco de Chumatlán, Veracruz”.

 

Compartieron el premio de mejor tesis de maestría Eladio López Espinoza y Agustín Senovio Aquilano; la mención honorífica fue para Benito Gómez González; premio compartido en mejor tesis de licenciatura fue para María Luisa Herrera Govea y Alejandro Villa González; y la mención honorífica para Gloria Jaqueline Aguilar Cruz y María del Rosario Peralta Lovera.

 

En Conservación del Patrimonio Arquitectónico y Urbanístico, los acreedores del Premio Francisco de la Maza, en mención honorífica fueron para Rosa Calderón Martín del Campo, Víctor Augusto García Cortés, Alejandro Sabido Sánchez Juárez y Martha Elena Ortiz Sánchez, quienes desarrollaron el plan integral de gestión de riesgos para el Museo Nacional de Antropología; el mejor trabajo de investigación fue para José Armando Hernández Soubervielle; y mejor tesis de doctorado para Mayra Irery Carrillo Gómez.

 

Distinción compartida en tesis de maestría fue para Rocío Bárbara Euroza Antúnez y Rodrigo García Manzano. A su vez, la mención honorífica en tesis de maestría fue para Citlalli Pérez Capistrán; en tanto la mención honorífica en tesis de licenciatura fue para Sandra Barajas Castillo.

 

En Conservación de Bienes Muebles, el Premio Paul Coremans, lo obtuvieron Luz de Lourdes Herbert Pesquera, Rosana Calderón Martín del Campo y Edaly Gisell Quiroz Moreno, por su trabajo sobre el uso de la talavera en inmuebles antiguos; y Mariana Raquel Straulino Muñoz de Cote, gracias a su informe sobre la capilla de Nuestra Señora de Guadalupe, CDMX. Menciones honoríficas: en tesis de maestría, Diana María Medellín Martínez; de licenciatura, Nazaina Donají Gómez Galván y María Magdalena Abdó Labarthe.

 

Finalmente, en el rubro de Museografía e Investigación de Museos, el Premio Miguel Covarrubias, fue para Víctor Hugo González Guadarrama (mención honorífica en la categoría de diseño museográfico y muestra realizada), por el trabajo Federico Silva, lucha y fraternidad. El triunfo de la rebeldía; mejor tesis de maestría para Mariela González Casanova Casanova, por el manejo de colecciones del Museo Mapuche de Cañete, Chile. Menciones honoríficas: tesis de maestría, Aurelia M. Torres Toledo.

 

La ceremonia de entrega será el 29 de noviembre de 2023, a las 12:00 horas, en el Auditorio Jaime Torres Bodet del Museo Nacional de Antropología.

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