El Códice Yanhuitlán muestra cómo los oaxaqueños buscaron lugar en la estructura colonial

El Códice Yanhuitlán muestra cómo los oaxaqueños buscaron lugar en la estructura colonial 1ERNESTINA GAITAN CRUZ / ernestina.gaitan@gmail.com

Oaxaca.- La decisión de los señores mixtecos, gobernantes de Yanhuitlán, de dejar constancia de sus méritos para “quedar bien” ante los españoles, fue una reacción inteligente que les permitió integrarse, y explica la sobrevivencia de municipios en los que no mandan ni presidente ni gobernador, sino únicamente las asambleas comunitarias afirma el historiador Sebastián van Doesburg, investigador del Códice

Ernestina Gaitán Cruz.- El Códice de Yanhuitlán es el único manuscrito mesoamericano que refiere los 100 años después de La Conquista, y muestra cómo los gobernantes indígenas se promovieron para buscar un lugar en la nueva estructura, además de explicar el porqué en Oaxaca aún existen municipios gobernados únicamente por sus asambleas comunitarias.

La decisión de los señores mixtecos, gobernantes de Yanhuitlán, de dejar constancia de sus méritos para “quedar bien” ante los españoles, fue una reacción inteligente que les permitió sobrevivir e integrarse, y explica la sobrevivencia de municipios en los que no mandan ni presidente ni gobernador, sino únicamente las asambleas comunitarias, afirma el historiador Sebastián van Doesburg, investigador del Códice.

“Los pueblos oaxaqueños supieron aprovechar la situación. No eran “pobrecitos” ni sufrían; eran muy activos, peleaban, buscaban aprovechar las leyes, las volteaban a su favor, como lo hacen ahora. Quien domina, los que mandan en los pueblos son los pueblos, punto. No hay nadie más ni el presidente. Después de tantos siglos de dominio, los pueblos todavía pueden decir quién manda”, enfatiza.

“La resistencia armada hubiera acabado con todo. Dijeron: ´no vamos a oponernos a algo contra lo que no podemos, vamos a buscar cómo conservar un nichito para nosotros y que los demás hagan como quieran´ y creo que los pueblos siguen haciendo lo mismo, muy inteligentemente y han logrado sobrevivir siglos de abusos. Ahí están sobreviviendo y el códice es una muestra de esto y es fascinante”, agrega.

En entrevista, el Director Académico de la Biblioteca Juan de Córdova, de la Fundación Alfredo Harp Oaxaca, detalla que el Códice es “un excepcional documento que nos acerca a una de las etapas más dramáticas de Oaxaca, los 100 años después de La Conquista, cuando los pueblos pasaban por una serie de cambios drásticos y dramáticos muy difíciles”.

Los oaxaqueños y el Códice de Yanhuitlán

Para los historiadores y para los oaxaqueños en general debe ser interesante conocerlo, porque muestra uno de los dos momentos más importantes de Oaxaca con mayores cambios (el otro es en el siglo XIX con Benito Juárez y la formación del Estado), dijo.

Es un libro mixteco, pictográfico. Todas sus páginas están dedicadas a construir un mensaje sobre cómo los señores gobernantes de Yanhutitlan, interactuaban, se comportaban y actuaban en la realidad colonial.

“Vemos escenas de La Conquista, la llegada del primer encomendero Francisco de las Casas, sobrino de Hernán Cortés; una reunión entre un obispo o de un fraile dominico; la interacción entre los nobles del Señorío de Yanhuitlan y los dominicos”, entre otros aspectos.

El Códice Yanhuitlán muestra cómo los oaxaqueños buscaron lugar en la estructura colonialOtra de sus singularidades es que es una ocasión única en que se aplica la escritura pictográfica para demostrar lo que pasaba en la comunidad. La escritura pictográfica normalmente se relaciona con temas del conservadurismo, la continuidad de lo prehispánico, y en este caso la pictografía está relacionada con la innovación, la novedad, los cambios que ocurren en Yanhuitlan, explica el investigador.

De acuerdo con Sebastian Van Doesburg, la importancia de atesorar documentos como el Códice de Yanhuitlán es conservar nuestra identidad, nuestra conciencia histórica, la posibilidad de entender los procesos complejos que formaron el Oaxaca de hoy y entender de dónde viene la complejidad actual.

La importancia de la historia

“La historia es un instrumento importante en la identidad de los oaxaqueños y la entidad tiene un registro muy extenso de su historia, un patrimonio enorme y muy variado. La protección de ese patrimonio documental es igual a proteger la diversidad, la riqueza cultural de Oaxaca; parte de su riqueza cultural es la conservación de su memoria documental”.

Y es que a decir del también Investigador de la Coordinación de Humanidades de la Universidad Nacional Autónoma de México, hay pocos lugares en las Américas donde se pueden seguir los procesos de cambio social y religioso con más detalle que en Oaxaca, aunque la zona maya, Puebla y el centro de México también son áreas importantes, “pero Oaxaca tiene una serie de particulares características que lo hacen muy especial”.

En esta entidad, la historia juega un papel muy importante. Es una sociedad con una conciencia histórica muy fuerte y eso tiene que ver con su gran diversidad étnica cultural, lo que ha mantenido una gran diversidad cultural étnica como la tenemos. Esa diversidad tiene su raíz, base y fundamento en una conciencia histórica, asevera.

Le consta, dice, que a todos los pueblos de Oaxaca les gusta mucho la historia, más que en otros lugares, porque es un instrumento muy importante en la definición de su identidad. En todo el continente americano, Oaxaca es de los lugares más ricos en patrimonio histórico, no sólo arqueológico.

“Tiene un registro muy extenso de su historia, en diferentes formatos y géneros, tradiciones, coloniales de escritura en mixteco, zapoteco, náhuatl; tiene una trayectoria histórica de documentos muy impresionantes”.

La complejidad del oaxaqueño

La historia de la entidad, ha conformado un oaxaqueño complejo. “No es gratuito que la gente encuentre a Oaxaca como un estado muy complicado socialmente y es porque tiene una historia muy compleja, no es homogéneo, es muy diverso y a veces esa diversidad es muy bonita, pero es también muy conflictiva. Son las dos caras de la misma moneda, en la manera que dicen qué bonita variación hay en la artesanía y los paisajes, mientras la otra cara es ´mira qué complejidad social, que conflictivos y enredados son´, pero es lo mismo”, cita.

¿Las manifestaciones, marchas y movilizaciones son parte de esa complejidad? ¿El oaxaqueño siempre será complejo?

Nadie quiere dejar de ser complejo, enfatiza. “Nos quejamos pero el día de mañana que alguien proponga que todos seamos iguales, los oaxaqueños serán los primeros en decir no. Es parte de la sociedad oaxaqueña, siempre lo ha sido. Creo que lo que nos falta en este momento es tolerancia y entendimiento”.

“En lugar de estarnos gritando y polarizando socialmente, es mejor tratar de entender que esa conflictividad que se da de repente, viene de una historia muy profunda y muy compleja y si lo vemos bien, muy rica y es algo que no deberíamos perder”.

No obstante, el investigado explica que en este momento, no sabemos encauzar esa diversidad. “No tenemos mecanismos para encauzar los conflictos que genera esa diversidad, eso deberíamos trabajar, pero la diversidad en sí es un bien, una cosa buena, esa complejidad del oaxaqueño también es bonita”.

El Códice Yanhuitlán consta de tres partes resguardadas en el Archivo General de la Nación, en la Biblioteca Histórica José María Lafragua de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla y en la Biblioteca de Investigación Juan de Córdova en Oaxaca.

 

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