Mexicano de 16 años guiará a los ciegos con su invento

*Diego Roel Chapa creó Strap, un arnés con sensores digitales e inteligencia artificial, para indicar a la persona los obstáculos que hay enfrente de ella.

Diego Roel Chapa tiene 16 años, estudia el 2do semestre en la PrepaTec y es el desarrollador de un producto que podría cambiar la vida a las personas con discapacidad visual, haciendo que no tengan que usar un bastón para guiarse.

Su invento se llama Strap, un arnés de pecho con sensores digitales e inteligencia artificial, para indicar a la persona los obstáculos que hay enfrente de ella.

Su startup, Strap Technologies, está siendo apoyada en la incubadora de negocios del Tec de Monterrey, luego de que, en noviembre ganara el segundo lugar en el concurso Spotlight en INCmty, el festival de emprendimiento que organiza el Tec de Monterrey.

“Es un dispositivo que detecta todo tipo de obstáculos: árboles, ventanas, personas, escaleras, puertas, baches, objetos a la altura de la cabeza, de los pies, en medio y en movimiento también”, dice en entrevista.

“Encontré que hay más de 300 millones con discapacidad visual en el mundo y cada 5 segundos una persona más pierde la vista. Sabía que quería hacer algo por las personas de discapacidad visual y que quería hacerlo con lo que más me gusta, la robótica”, explica.

“Es un dispositivo que detecta todo tipo de obstáculos: árboles, ventanas, personas, escaleras, puertas, baches, objetos a la altura de la cabeza, de los pies, en medio y en movimiento también”.

Diego estudia robótica desde los 7 años y a los 8, ya había ganado su primer concurso regional de robótica en Monterrey.

A los 15, cuando empezó a diseñar Strap, ya había creado diversos productos, tales como una suela de zapato que genera energía al caminar o una mano robótica que imita los movimientos de una mano real a distancia.

En diciembre, ganó el primer lugar del premio NEXT Fábrica de Emprendedores del municipio de San Pedro Garza García, Nuevo León; en enero, el primer lugar del Global Student Entrepreneur Award regional; y en marzo, el Premio Municipal de la Juventud 2018, también por San Pedro.

Los concursos le han permitido fondear su startup aunque, como todo emprendedor, ha tenido que hacer de todo, como aprender por Internet a diseñar páginas web para hacer la de su empresa.

“Yo sabía que quería hacer algo por las personas de discapacidad visual y sabía que quería hacerlo con lo que más me gusta, que es la robótica”.

Su arnés se ha probado con éxito en más de 150 personas, de edades desde los 5 hasta los 65 años y Diego espera que salga a la venta este mismo año.

“La patente ya está en trámite. Estamos viendo el cierre de una ronda de inversión y estamos en etapas finales de prototipado. Esto quiere decir que faltan solo cuestiones estéticas y algunas cuestiones técnicas ya mínimas”, comenta.

Ahora, en esta parte final, está trabajando con un equipo de ingenieros y en el diseño estético, con una agencia de moda, además de que está viendo ya las empresas que podrían maquilarlo.

A la par, Diego continúa con sus estudios, y, al terminar la prepa, espera entrar a estudiar Ingeniería en Sistemas Digitales y Robótica en el Tec de Monterrey.

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