Inició Feria Internacional del Libro de Oaxaca con homenaje a Elena Poniatowska

Ernestina Gaitán Cruz
Oaxaca.- Con un homenaje a la escritora Elena Poniatowska, inició la trigésima séptima edición de la Feria Internacional del Libro de Oaxaca (FILO) que durante nueve días ofrecerá 400 actividades, en las que participarán 300 invitados con el propósito de celebrar los libros y la lectura.
El director de la FILO, Guillermo Quijas-Corzo López, recordó que a raíz de los sismos del pasado septiembre, se puso en marcha junto a la FILO la campaña de recaudación Tejamos Oaxaca, la cual busca restablecer los vínculos sociales y culturales de las comunidades afectadas mediante la dotación de materiales a centros comunitarios y una agenda con talleres y actividades artísticas.
“Las crisis pueden estimular la creatividad, la inventiva, y de igual forma pueden demostrar que la sociedad civil, siempre sale adelante y es la que reconstruye el presente. La memoria no es sólo una reconstrucción del pasado, sino una manera de afrontar ese presente. Hay una memoria de los hechos, del dolor, sobre todo después de los acontecimientos pasados, pero también hay una memoria de la solidaridad que saca aprendizajes para el futuro, ¿puede entonces la lectura y la cultura sostener estas fuerzas de vida? Creemos que sí”, dijo al respecto el director general de la FILO.
En la ceremonia de inauguración ante invitados del ámbito académico, cultural y del gobierno del estado, así como el público, el director de la FILO, le hizo saber a la escritora Elena Poniatowska que el reconocimiento es una expresión del enorme cariño que le profesa Oaxaca y cuyos habitantes agradecen su presencia y le piden que no deje de escribir.
Recordó que su trabajo literario y periodístico ha puesto atención en los personajes y los acontecimientos que han construido y confrontado el México moderno.
“En Nada, nadie, las voces del temblor, uno puede encontrar el registro de lo mejor y lo peor de la condición humana; las historias llenas de dolor y esperanza que supiste contar con claridad no exenta de belleza. Este libro y La noche de Tlatelolco podrían contar la gran epopeya de México en el siglo XX”.
Pero también, dijo, ha ayudado a no olvidar a hombres y mujeres extraordinarios y citó a la pintora y poeta Nahui Ollin, la pintora María Izquierdo, la poetisa Pita Amor y las escritoras Elena Garro y Rosario Castellanos. “Todas son, como escribiste en Las siete cabritas, mujeres que caminan, sudan y aman.
A su vez la historiadora María Isabel Grañén Porrúa, hizo una remembranza histórica de los sismos ocurridos en Oaxaca como el de 1603 cuando parecía el juicio final, según escribió Fray Francisco de Burgoa, hasta los más recientes.
Momentos antes de inaugurar la trigésima séptima edición de la Feria Internacional del Libro de Oaxaca, dijo que hoy como nunca, la Fundación Alfredo Harp Helú celebra que la Feria se lleve a cabo, que Oaxaca se vista con la fiesta de las letras, que nos convoque como cada año para fortalecer nuestra comunidad a través de la lectura y la reflexión.
“En los libros reconocemos nuestra memoria escrita tenemos la oportunidad de imaginar, disfrutar y hacernos más humanos, por eso felicitamos a Guillermo Quijas y a todo el equipo de la filo Oaxaca por no dejarnos derrumbar y recordarnos que los libros son la luz, la esperanza, porque aún en el día más oscuro sale el sol”.
Las actividades de la Feria Internacional del Libro de Oaxaca continuarán este domingo 5 de noviembre a las 10:00 horas en la Biblioteca Henetrosa con un Encuentro de Periodismo Cultural Latinoamericano y a las 12:00 horas en el Centro de las Artes de San Agustín con el homenaje a la fotógrafa Graciela Iturbide, entre otras actividades.

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