Cámaras en gasolinera no funcionaban cuando desaparecieron italianos

*Por lo tanto, no se cuenta con videos que confirmen la participación de policías municipales en la desaparición; el Episcopado Mexicano lamenta que haya infiltración de criminales en la policía

Guadalajara.- Se complican las investigaciones para localizar a los tres italianos que desaparecieron en Jalisco, ya que no hay videograbaciones en las diversas cámaras de seguridad ubicadas en calles y negocios que constaten su presencia en el municipio de Tecalitlán.

Las cámaras de video vigilancia instaladas en la gasolinera, donde presuntamente fueron levantados los extranjeros, estaban en reparación, así que no funcionaban la noche del 31 de enero.

Por lo tanto, no se cuenta con imágenes que confirmen la participación de policías municipales en la desaparición de los italianos, de acuerdo con la investigación del enviado especial de la RAI de Italia, Ercole Rocchetti.

Sin embargo, los tres napolitanos desaparecidos no son los únicos buscados por la autoridad en la zona de Tecalitlán y sus alrededores, también hay un joven mexicano llamado Ulises Cardona, de 17 años de edad, quien según sus familiares fue detenido por elementos federales pertenecientes a la Secretaría de Marina. Ulises estaba acompañado por un amigo de nombre Moisés, este último logró sobrevivir, aunque sostiene que fue golpeado y torturado.

Las patrullas llegaron ahí, `nomás con ellos, que estaban sentados afuera de un centro nocturno en la orilla de Tecalitlán. Ahí los agarraron. Me relata el muchacho (Moisés) que en cuanto vieron, porque los ‘lamparearon’, se asustaron y corrieron. Se desapartaron, entonces agarraron primero al amigo, lo torturaron muy feo; dice que le dieron batazos, cachazos, cinturonazos y descargas eléctricas. En el momento de la tortura dice que escuchó por radio que ya habían agarrado a mi hijo”, dijo Norma Karina Flores Sandoval, madre de Ulises, en un video de denuncia publicado en Internet el 24 de enero, con duración de 13 minutos y medio.

Los familiares de Ulises lo han buscado inútilmente, y presentaron denuncia ante la PGR, pero consideran que ha sido una pérdida de tiempo porque siguen sin encontrarlo.

Nosotros nos fuimos a buscar a mi hijo, andamos ‘brecheando’. Mi hermano hasta dio la vuelta al cerro. Hemos estado buscándolo, fui a meter denuncia ese mismo día en la noche en Ciudad Guzmán. He hecho de todo, fui al cuartel, les dije que mi hijo estaba desaparecido y que compañeros de ellos lo había levantado, el que me atendió dijo que no. Fui, pero nada más a perder tiempo”, añadió la mujer.

Por su parte, el presidente del Episcopado Mexicano, José Francisco Robles Ortega, reconoció que con mayor frecuencia se acercan a él familiares de personas desaparecidas para pedir oraciones a su favor para localizar a sus seres queridos.

El prelado tapatío lamenta que la percepción de desconfianza ciudadana alcance a la autoridad, especialmente al trascender actos delictivos a manos de quienes deberían protegerla, tal como sucedió con los extranjeros en Tepatitlán.

Esto es grave porque se delata, y al mismo tiempo se constata que hay infiltración (de los criminales), que sí hay corrupción en este sentido. Es muy triste que se viva en ese ánimo de desconfiar en las personas que institucionalmente debieran ofrecernos garantías de seguridad y tranquilidad, pero es más grave que se constate esa desconfianza”, apuntó el prelado tapatío.

El presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, Alfonso Hernández Barrón, lamentó que los italianos hayan sido re-victimizados por las autoridades jaliscienses al hablar sobre actividades presuntamente ilícitas que hacían en la zona, antes de su localización.

Cabe recordar que, en el renglón de desapariciones, la dependencia investiga dos casos precisamente en la zona sur de Jalisco, en uno se señala como responsables a elementos federales pertenecientes a la Secretaría de Marina por lo que la investigación se turnó a la Comisión Nacional.

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