La pobreza de un Angelito y la triste historia de Rosalinda, que es su único sostén

*Iba a vivir solamente unos meses, pero ya va a cumplir 9 años y sigue como el bebé de Rosalinda

*Hasta ahora no ha llegado la solidaridad ni la ayuda para un pequeño que vive una grave discapacidad mientras que su madre lucha contra la pobreza

*Rosalinda y Angelito necesitan de la solidaridad de los oaxaqueños

Ernestina Gaitán Cruz

Oaxaca de Juárez, Oaxaca, 4 de octubre 2022.- El pronóstico de vida de Angelito eran unos meses y el 3 de diciembre cumplirá nueve años. Tiene retraso psicomotor severo e irreversible. Rosalinda, su madre, es su único sostén económico, emocional y de cuidados las 24 horas.

De acuerdo con los médicos, Angelito no entiende lo que escucha, pero su madre sabe que puede platicar con él. Ha notado cómo se alegra al escuchar “la vaca lechera” y también cómo se golpea la cabeza al escuchar las tribulaciones de Rosalinda.

De jueves a martes llegan a las 10:00 al puesto ambulante donde venden antenas para televisores, pilas, cargadores, equipos para celulares. Todo nuevo, aunque en versiones poco actuales ya que se requeriría mayor inversión y no le es posible hacerla seguido.

Luego de una hora de trayecto de Ixtlahuaca, donde viven, a la Ciudad de Oaxaca y después de dos horas para que quede armado el puesto, Angelito entra en el espacio de dos por dos metros. Ahí pasará más de siete horas sentado en una silla de ruedas que recién le donaron; andaba en una carriola.

Ahí come, su madre le cambia los pañales, dormita, truena la boca cuando tiene hambre, la jalonea, no se sabe por qué, grita cuando algo le molesta o le agrada, aunque su voz es acallada por los ruidos de una de las calles más céntricas y concurridas de esta ciudad: Las Casas, entre Mier y Terán y Galena, cerca de la Central de Abastos.

Es de buen comer. Le encantan las hamburguesas, los tacos y los plátanos. Su madre lo alimenta y le da agua en la boca, como su bebé que es. Angelito no se puede sostener solo; no camina ni puede ver bien y tampoco sostiene con sus manos, esas que retuerce quizá para entretenerse, a falta de los juguetes brillosos y sonoros que disfruta.

Rosalinda sabe que así le tocó en la vida. Su padre y madre fallecieron. Sus otros hijo e hija son mayores y no cuenta con ellos. Desde el embarazo no tuvo el apoyo del padre de Ángel. Incluso Armando se desentendió de su hijo desde antes de que naciera.

Ella tiene problemas de salud y hace pocas semanas, se cayó cuando armaba el puesto, se le salió el hueso del codo y como pudo lo acomodó. Ahora, con el brazo hinchado, sigue su rutina de llevar y traer a su hijo cuidarlo todo el tiempo. No quiere pensar en el futuro, cuando Angelito crezca más y con ello, las necesidades, dice.

Sus requerimientos apremiantes son los medicamentos, ya que, sin ellos, Angelito ha sufrido, cada vez más seguido, convulsiones epilépticas. Y los pañales ya que usa tres al día. Su sueño sería que lo pudieran admitir en algún centro de atención a niños especiales, pero no ha sido posible.

Cuando alguien le pregunta por su condición, solo dice que Angelito tiene la mitad del cerebro, para qué explicar más, si ya ha sido engañada en varias ocasiones. Incluso algunos periodistas le han hecho grabar sus condiciones para difundir y la ayuda no llega.

El reporte médico más reciente, del 11 de abril del 2022, dice que Angelito mide 1.20, pesa 20 kilos 500 gramos y presenta imposibilidad para realizar actividades sin ayuda de su madre. Por cierto, Angelito calza del número 19 y su talla de ropa es de 12 años.

“Quizá algún día pueda tener un salón de belleza cerca de mi cuarto donde vivo con Angelito. Sé cortar el cabello, hacer tintes, bases, embellecer uñas, así mi hijo podría descansar en un lugar adecuado mientras yo trabajo”, cuenta Rosalinda animosa mientras observa a su bebé.

ernestina.gaitan@gmail.com

LEE TAMBIÉN :

La pobreza mata: se puede morir solo a las puertas de la iglesia con la lluvia sobre el rostro

La tragedia del abuelo de la carriola y la solidaridad humana

Cómo sobreviven los pobres al coronavirus y la desigualdad en Oaxaca

 

*

*

Top